Por principalmente regalarme la vida.
Por estar ahí siempre y nunca dejarme solo.
Por todos los abrazos habidos y por haber.
Por todos los cariños que dedicas por ser esa gran persona que eres para mi.
Por todos los consejos que a veces, de niño, no supe entender.
Por la casa donde vivo y la familia que me has regalado.
Por mis hermanas, grandes puntos de amor en mi vida.
Por ayudar a levantarme, en cada uno de los aspectos que he podido caerme.
Por todos los cumpleaños celebrados cuando era crío.
Por todas las sonrisas cuando siempre hacen falta.
Por defenderme en todos los rincones del mundo.
Por querer tanto a papá, fruto de ello esta gran familia.
Por estar dedicada a la casa, a la empresa, a nosotros, a todo.
Por esos ratos de piscina o de playa en verano.
Por aquel verano en Chipiona.
Por los viajes a Canarias.
Por llevarme a conocer Madrid.
Por ser hija de quien eres.
Por las bromas cuando toca hacerlas.
Por repartir simpatía e ilusión.
Por tu simpatía con Lucía.
Por cuidarme cuando he estado enfermo.
Por reñirme por mis malas notas.
Por regalarme todo lo que hay en tu mano.
Por los besos cuando llego de Sevilla.
Por hacerme creer que puedo ser más de lo que soy.
Por darme siempre el último aliento.
Por estar encima mía con los estudios.
Por quererme tanto como me quieres.
Gracias por todo esto y sobre todo gracias por ser lo que eres que es lo mejor que sabes hacer. Gracias por ser mi madre. Mamá, que sepas que tu hijo se siente orgulloso de tener una madre como tú.
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