Ayer jueves fue el cumpleaños de mi padre. El 3 de octubre es una fecha señalada en rojo en el calendario por todo lo que significa él para mi. Pero por las circunstancias, que estoy en Sanlúcar en el gabinete de prensa del Festival Internacional de Cine Científico y Ambiental (FICCAD), y todo lo que ello conlleva, no me acordé. Y porque él me lo ha recordado esta mañana, que sino tampoco me acuerdo. Y me siento incluso mal por todo lo que él se acuerda de mi siempre. Y es que, yo puedo decir que estoy orgulloso de tener un padre como él. Ejemplo en todo, absolutamente todo, modelo de persona para que el día de mañana, 'cuando sea mayor' mi nombre pueda tener la misma trascendencia al nombrarlo que el suyo, ya que nos llamamos igual. Trabajador en silencio, ha sabido incluso en los momentos difíciles como esta crisis económica que afecta sobre todo a las pequeñas empresas, sacar adelante a una familia numerosa como es la nuestra. Conseguir que mis hermanas y yo estudiemos en los mejores sitios, que yo sea universitario y pueda comenzar un máster, que mi hermana sea universitaria y que la más pequeña pueda seguir estudiando en uno de los mejores colegios de Jerez. Además con sus bromas y su sonrisa, consigue camuflar los montones de problemas que debe tener en la cabeza cada día. Después, es una persona pendiente de sus hijos, y de su mujer, mi madre, y he tenido la suerte de ser hijo suyo y sentirme orgulloso de vivir en la familia que vivo. Atento, siempre habla con tranquilidad y el mejor dando consejos. La prudencia y la paciencia son baluartes de su personalidad. Ojalá todas las personas del mundo pudieran decir con orgullo que su padre es el mejor de todos. Un cumpleaños más, esta vez he estado fuera de casa, pero te quiero igual que si estuviera allí. Cuando vuelva el domingo, te daré el abrazo y el beso que no te pude dar ayer.
Gracias Papá por todo, porque al igual que tú de mi, yo, estoy orgulloso de ti.
