viernes, 3 de febrero de 2012

Indignados

El fin de semana pasado paseaba con mi novia una tarde de sábado. Frío y solitario estaba el centro de mi tierra, Jerez, donde ya ni siquiera los bares los sábados por la tarde. El taconeo de los zapatos contra el suelo, era la única ráfaga de sonido que interrumpía el silencio de unas calles desiertas en pleno final del mes de enero. Al pasar frente al Ayuntamiento varias pancartas en señal de protesta por impagos. Familias enteras que se ven sin trabajo y sin ninguna cuerda de la que tirar mientras la crisis sigue deborando sus bolsillos. Sigo caminando y llegó a la Plaza del Arenal, lo que para Sevilla sería Plaza Nueva. Centro neurálgico del centro de la ciudad. Y allí, como quien no quiere la cosa, siguen las carpas que reclaman justicia y una democracia más justa. Una vida sin guerra y con amor, donde la felicidad sea punto clave en nuestras vidas. Piden un trabajo y un derecho a una vida digna. Y protestan contra los políticos, exigiendo un sistema que les permite vivir con garantías. Y ahí estaban. Ante la soledad de la calle. En esas carpas improvisadas. Pero nada más lejos de la realidad. Viendo la televisión. Sí, la televisión en medio de una plaza pública. Personas que no sobrepasaban los treinta años. Viviendo de la electricidad que les proporciona a saber quién. Reclamando un sistema mejor acomodados en sillones y butacones habitando en un suelo que es de todos. Quien piense que el trabajo va llegar a su puerta vestido de chaqueta y ofreciendo un contrato laboral es que no vive en este planeta. Reclamando en silencio, viviendo del cuento y de una revolución que ha ido de más a menos. Por que sí, es verdad. En Jerez y en todos los puntos de España hay muchos indignados. Indignados por esta situación que está deborando la vida de las personas trabajadoras que gritan y reclaman a un mismo son lo que es suyo. Algunos salen en la tele pero otros ni eso. Cuántos parados, sí pero cuántos trabajadores que no cobran. ¡Cuántos!. ¿Pero están ahí parados?, ¿esperando como pasan los días?. No. Están trabajando, reclamando lo que es suyo, luchando hasta la saciedad y manteniendo una familia que crearon con trabajo y esfuerzo. Indignados los de ACASA, empleados municipales, los de la Suite la Marquesa y los de muchos otros lugares de Jerez y España que luchan por conseguir lo que es suyo. Con trabajo y esfuerzo. Sentado en el sofá, viendo como va la tele. Y se hacen llamar indignados..., más de uno está indignado de la que vida que llevan estos vividores.