jueves, 27 de enero de 2011

Soy cofrade pero antes cristiano... ¿y qué?

Es lo que no parece comprender algunas personas que dicen llamarse cofrades. Y es que la palabra cofradía se define como una comunidad de fieles católicos en torno a una advocación de una imagen de Cristo o la Santa Virgen María. Es cierto que es posible que no todos comulguemos con lo que la Iglesia manifiesta, pues puede parecer, en algunas cosas, algo anticuada. Pero en muchas otras, la mayoría sigue fiel a lo que conocemos como lo habitual. Y esto es, el promulgar la familia como modo de vida cristiana o no, de las personas. Es decir, hombre y mujer con hijos, una educación. En definitiva, un estilo de vida.

Y entre esas familias cristianas, normalmente andaluzas, aunque no siempre de esta región española, están los cofrades. Pero los cofrades también son cristianos. Ya que las imágenes a las que dan culto están en las Iglesias. Además a Cristo lo encuentras allí, entre otros lugares. Pero esa es su casa.

A medida que se va acercando la época de Cuaresma y más si cabe, Semana Santa, van apareciendo muchos capillitas (dícese de aquellos que dicen ser cristianos y cofrades pero realmente no lo son), los cuales, marcan en su pecho, casi a fuego, que lo son y van pregonando por todos sitios qué Hermandad es “mejor” o “peor”, cuando todas buscan lo mismo. Y entre este grupo de personas se encuentran, los que creen que pueden hacer la religión y recuerdo de la Semana Santa y Cuaresma por su cuenta. Son los denominados pasitos de Viernes de Dolores. Hermandades, o eso dicen llamarse, juveniles cuyo fin es sacar el pasito a la calle con la banda de música de moda. Pero claro. Sólo buscan eso. No buscan estar un rato de soledad, o de comunión con Cristo.

Y también existe, lamentablemente entre aquellos que dicen llamarse cofrades, la elección de qué Cristo o Virgen es mejor. Como si cada uno fuera distinta persona o como si la Madre de Dios no fuera la Santa Virgen María en todas sus advocaciones. Cierto es que hay advocaciones que llegan más al corazón, por el hecho de tener mayor arraigo a esa imagen, que otras, pero no por ser mejor o peor.

O también están los que menosprecian a los demás por el hecho de tener un patrimonio menor o quizás por ser Hermandad joven o aún ser Agrupación Parroquial o Asociación Pública de Fieles, aunque esta última acepción es sinónimo de Hermandad.

A todo este tipo de personas en lugar de cofrades les denomino cofraudes. El nombre lo dice todo por sí sólo.

Y puede parecer esto que estoy comentando un discurso de un sacerdote. Pero nada de eso. Estoy proclamando que soy cristiano y que estoy orgulloso de serlo. Que creo en Dios, en Cristo y en su Santísima Virgen. ¿Por qué negarlo?. ¿Es que acaso es malo dar a conocer tus creencias?.

Pues los cofrades no tenemos o no deberíamos tener miedo a anunciarlo. Soy cristiano en una sociedad que huye de Cristo porque todo lo tiene dado. Y que a la mínima que sucede algo fuera de lo normal le echan la culpa a Dios, olvidándose que este mundo tan injusto está construido de tal forma por la mano del hombre, sino revisen la Historia.

Y además soy cofrade porque además de ser cristiano, todo lo que rodea a la Semana Santa, a la Cuaresma o cual acto católico. Ya sea un Vía Crucis, una procesión de Corpus Christi. Porque eso es superior a mi. He nacido cofrade pero antes de ser cofrade, cristiano.

A pesar de todo lo anterior, respeto todos los puntos de vista. Me limito a seguir con mi creencia y mi fe. Como Cristo. Él enseñaba al pueblo, además de respetar a los que no creían en Él. Porque el respeto está por encima de todo, claro, hasta cierto límite.

Pero proclama que eres cristiano y si lo eres, también cofrade. No es sólo una realidad, es una necesidad para ser completamente feliz.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. "(…) Puede parecer esto que estoy comentando un discurso de un sacerdote. Pero nada de eso. Estoy proclamando que soy cristiano (…) es una necesidad para ser completamente feliz (…)"

    1. Enhorabuena por que en tu artículo recalcas la misión de TODOS los cristianos. Anunciar a Cristo y darlo a conocer a los demás es esencial para el creyente pues con su testimonio acerca a los demás al Señor, lo que nos hace muy felices.

    "(…) Es cierto que es posible que no todos comulguemos con lo que la Iglesia manifiesta (…)"

    2. Los Católicos aceptamos en todo lo que nos instruye la Iglesia. Si no estaríamos poniendo en evidencia el poder del Espíritu Santo. Creer en la Iglesia es INSEPARABLE de la fe en Dios. (*) Debemos preguntar siempre lo que no entendamos, por que la Iglesia como Madre quiere nuestro bien.

    Fuentes:
    (*) Mc 16, 15.
    (*) Catecismo de la Iglesia Católica 749 y 750.

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