domingo, 23 de enero de 2011

Porque siempre te recordaré Bisa...

Ya son 4 años los que han pasado desde que Dios decidió llevarse a mi Bisabuela Dolores, bajo el manto de su madre del Mayor Dolor. Ese 22 de enero, que yo me encontraba en Sevilla de exámenes. No supe de tu marcha hasta días más tarde, me lo dijo mi madre. Gran acierto por su parte, ya que de ti podría despedirme cada día. Y aún paso por San Dionisio y me acuerdo, paseo por Plateros y aún me asomo y giro la cabeza hacia el balcón. Ese que cada Jueves Santo se quedaba pequeño para que por él te asomaras, y tu Hermandad del Ecce Homo girara los pasos. Agradeciendo así tantos años de servicio voluntario. Porque has sido mi Bisa, y aún te echo de menos, al igual que mi abuela (tu hija), y todas tus nietas entre ellas mi madre, quiero dejarte este recuerdo en forma de poesía, que escribí pocos días después de tu marcha, para que tú Bisa, nunca quedes en el olvido. Pídele a Dios, tú que lo tienes cerca, por todos los que quedamos aquí y en especial por mi abuela Coti, tu hija, y todas tus nietas, que dieron todo su corazón durante toda tu vida.
Porque miro a tu madre del Dolor y veo tus ojos en en los suyos. Y veo tu Padre de Ecce Homo y todavía una lágrima me asoma por mi rostro, miro al cielo y te recuerdo.
Un beso Bisa desde este rinconcito de mi corazón y que lo recibas con todo el cariño, allá donde quieras que estés.


Con una mano al cielo,

Virgen del Mayor Dolor,

Le das la mano a tu Padre,

Padre e Hijo en tu amor.

Y con la otra, madre,

Llena de misericordia,

Ayudas a tu hija Dolores,

A subir contigo a la gloria.

Madre del Dolor,

¡Qué vale más que el amor

Por una madre!

El olor del azahar,

Me recuerda a esa plaza Plateros,

En la caída de la tarde.

El balcón a rebosar,

Bajo una luna de nisán,

Unos cirios que arden.

Llegada esperada,

Incienso derramado,

Cornetas sonadas,

Ecce- Homo ha llegado.

Recuerdos inolvidables,

Un Bisa ya está ahí,

En ese mismo instante,

Momentos pasados que viví,

Se unen todos entre sí,

Como las miradas constantes,

De mi Bisa y Ecce-Homo, inseparables.

Bisa ya estás con él,

Bisa ya está junto a ti,

Junto al Ecce-Homo y el Dolor,

Y no te preocupes por tu hija,

Que hasta el ultimó momento te cuidó,

Porque en ella siempre estarás,

En el fondo de su corazón.


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