Con una mano al cielo,
Virgen del Mayor Dolor,
Le das la mano a tu Padre,
Padre e Hijo en tu amor.
Y con la otra, madre,
Llena de misericordia,
Ayudas a tu hija Dolores,
A subir contigo a la gloria.
Madre del Dolor,
¡Qué vale más que el amor
Por una madre!
El olor del azahar,
Me recuerda a esa plaza Plateros,
En la caída de la tarde.
El balcón a rebosar,
Bajo una luna de nisán,
Unos cirios que arden.
Llegada esperada,
Incienso derramado,
Cornetas sonadas,
Ecce- Homo ha llegado.
Recuerdos inolvidables,
Un Bisa ya está ahí,
En ese mismo instante,
Momentos pasados que viví,
Se unen todos entre sí,
Como las miradas constantes,
De mi Bisa y Ecce-Homo, inseparables.
Bisa ya estás con él,
Bisa ya está junto a ti,
Junto al Ecce-Homo y el Dolor,
Y no te preocupes por tu hija,
Que hasta el ultimó momento te cuidó,
Porque en ella siempre estarás,
En el fondo de su corazón.
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